El cuarto de atrás: novela fantástica

El cuarto de atrás, es una novela fantástica y una novela intimista de posguerra. El título tiene doble significado porque es un espacio físico y mental. La novela es un ejemplo de la literatura española contemporánea del siglo XX. Los elementos vitales de lo fantástico consisten en el tiempo, la extrañeza, la incertidumbre, el misterio, la ambigüedad, el desafió a la lógica, el papel de la memoria y más importante la indecisión. La indecisión es un punto entre lo real y lo imaginario. Casi todas las imágenes en la novela tienen que ver con estos elementos. A causa de lo fantástico, la protagonista tiene un sentido de confusión a través la novela pero acepta lo que ocurre.
La novela está escrita en narración de primera persona. Hay monólogos interiores hasta que aparece el hombre de negro, un ejemplo de la figura fantástica. Cuando la protagonista dice, “He empezado el vaivén…” nos damos cuenta de que ella no puede distinguir la realidad de lo fantástico, ni despierta del sueño. Nada está claro. Además, ella menciona en mucha detalle su infancia y juventud y manera de vida posguerra. Su memoria es mejor con algunos recuerdos que otros. Por ejemplo, la represión política es una memoria que era evidente en la vida de su familia, especialmente en la de su tío, que era socialista.
Ella no sabe porque su novela está creciendo día por día si no está escribiéndola. Pero sabemos que es con la conversación y encuentros con el hombre de negro, que la novela crece. El hombre de negro es un personaje inventado en la mente de la autora porque es el tipo de individuo que necesita en ese momento. Él, Alejandro, es necesario a la autora para que ella hable de la época de su infancia, la posguerra y para inspirarse en el libro que quería escribir. Sin embargo, ella dice al fin que, “…estoy perdiendo mucho la memoria, con la buena memoria que tenía yo.” El cuento, el sueño y lo fantástico están terminando y viene la realidad.