El misterio de la cripta embrujada: Stephanie Kudlate

Es muy curioso como los libros varian tanto después de sólo unos años. “La colmena”, escrito por Camilo José Cela, fue publicado en 1951 y la novela “El misterio de la cripta embrujada”, escrito por Eduardo Mendoza, fue publicado en 1978. Es obvio que estas dos novelas son de tipos diferentes, pero más de eso, su visión de la realidad es tan diferente. Opino que “La colmena” es más verosímil que “El misterio de la cripta embrujada” por muchas razones. “La colmena” está escrita en tercera persona, tiene un autor omnisciente, con descripciones muy detalladas. Sin embargo, la representación de la realidad en “El misterio de la cripta embrujada” es muy diferente.
La novela está escrita en la primera persona, con un narrador fidedigno que nos engaña con el ingenio, el suspense, y el misterioso. Nunca sabemos si tenemos la información correcta ni podemos tener confianza en las descripciones y detalles que nos presenta y ésta incertidumbre cambia la realidad. La gran diferencia es que “El misterio de la cripta embrujada” tiene un protagonista. Por eso, hay una vista de la realidad tan estricta. El lector sólo recibe los pensamientos y una vista del mundo por los ojos de una persona especifica, mientras “La colmena” tiene muchos personajes que muestran la realidad de muchas perspectivas. Con la visión de un personaje, no es una visión de la colectividad y es menos realista porque sólo tenemos un punto de vista. Los elementos de la metaficción y la intertextualidad ayudan con esta vista de la realidad. Con ejemplos de la época, nos pintan una pintura del mundo más claro, pero aparte de eso, no hay más evidencia de la realidad que está ocurriendo.
Además, la vista que tenemos del protagonista está distorsionada. El protagonista vivía en un manicomio, y como descubrimos al final de la novela, todavía vive allí. Esta persona loca nos da una visión de la realidad a través de unos ojos diferentes, entonces, tenemos una visión desfigurada, por lo menos, a parte de que ésta es la única visión que tenemos. Por eso, creo que la representación de la realidad en “El misterio de la cripta embrujada” no es tan exacta como las otras novelas.